Juanci Ahora

Este fin de semana fue el segundo consecutivo que no viajo a visitar a mis padres por precaución. Con todo el tiempo extra que me ha brindado la cuarentena y para no morir en el intento, no solo recuperé costumbres antiguas, como retomar blogger,  también he adquirido algunas nuevas, como asear el depa, así tal cual, yo, un agente del Caos y defensor de la entropía me he dado el tiempo de ordenar ciertos espacios del hogar que usualmente dejaba a otros. Mi señor novio a su regreso quedó tan desconcertado e incrédulo, que por un instante pensó que había pagado a alguien otra vez. Pero no, fue todo mi esfuerzo y traté de hacerlo  muy bien. No quisiera admitirlo, pero hasta me he entretenido. Supongo que nunca es tarde, también puede ser otra prueba más de lo que se va cambiando en una vida y bueh, en tiempos de cuarentena hace bien tener nuevos pasatiempos, sobre todo si incluyen limpieza, física y mental… #Autocuidado El año pasado, me di la tarea de conocer aún más a mi señor no

Sábado lento, acabo de calentar el almuerzo que mi Señor novio preparó para mí antes de partir. La cuarentena me ha vuelto un poquito más hacendoso, pero la cocina sigue siendo un tema pendiente, soy muy torpe. De hecho, le di mucho tiempo al micro y ahora espero a que   la comida se enfríe un poco. Una vez que la pandemia sea un mal recuerdo, intentaré adentrarme al fascinante mundo de la cocina (es una de mis metas para el 2020). La idea me apasiona a ratos, pero admito que me apasiona más comer que cocinar, sin embargo, es una especie de desafío personal y a la vez una retribución, porque   mi Señor novio cocina como los dioses y merece más de mi parte que un “delivery”. Él me ha expresado que no le molesta, que le gusta cocinarme, pero yo quiero dejar el umbral de los sándwiches (que son mi especialidad e igual me defiendo) para empezar a probar con pasteles o platos más complejos, igual temo intoxicarlo, pero bueh, es un riesgo que hay que correr. #Noticiaendesarrollo Hoy

Hay cosas que nunca cambian. Aunque sorpresivamente decidí dejar de escribir en mi blog en enero del 2019, debo admitir que mi mente sigue funcionando en modo blogger y uno que otro día me han picado los dedos por relatar algunas vivencias, y es que, por muy plana que sea una vida, siempre hay algún suceso, alguna moraleja que compartir. Y bueh, estos días de cuarentena me han hecho recordar  mi pasado escritor. #Nostalgia Mi blog más querido casi alcanzó los doce años de existencia (con un montón de aventuras y dramas…mucho drama), tuve otros antes y todos fueron un pequeño reflejo de mi existencia en ese instante de tiempo, también fueron una búsqueda, una extraña y cibernética forma de plantear y validarme ante un mundo hostil (a ratos). Un cántaro donde verter mis inquietudes, una terapia improvisada (y más barata, jejeje). Entonces, ¿Por qué dejé de escribir?, bueno, porque tomé terapia (jajaja) y además, siendo una persona visual, me dejé llevar por la rapidez de Instagra