Capítulo 4: Bienvenidos a la boca del infierno (detox forzado)


Cuarto mes del año ya, año que ha sorprendido a todos. Esta semana ha sido una semana que pasó muy rápido. He tratado por todos los medios de mantenerme optimista y tratando de diversificar mis ratos de ocio para no caer en la locura. He leído un par de libros, dormido unas guapas siestas, dibujado, aseado el depa, he visto varias series y películas hasta agotar los planes de datos (que yo juraba que eran ilimitados, pero no) de mis dos líneas móviles de la cuestionable Movistar. Mi banda ancha móvil me acompañó por 5 años sin jamás llegar a su límite. Sin datos se me va una de mis principales fuente de entretención, me alarma, pero no más que el tener que lidiar con las “líneas de atención al cliente” que de por sí son el infierno mismo, en época de pandemia ni hablar. La sucursal virtual también fallando, estuve todo el santo día comunicándome para poder aumentar el plan de una de mis dos líneas y no tuve respuesta positiva. Por suerte ya he enviado todos los documentos que me pidieron en el trabajo, o si no estaría un pelín más colapsado. Realmente lidiar con cualquier tipo de “atención al cliente” me cambia el genio, me transporta a la mismísima Boca del infierno. #Pesadilla

Supongo que dejaremos las pelis y series de internet en pausa por un tiempo, mientras se soluciona este problema, seguramente hay otros problemas mayores. Mi señor novio insiste en convidarme datos, pero temo que él también se quede incomunicado, peor si es por mi culpa. Igual y ayer aprovechamos de ver unos capítulos de Buffy la cazavampiros que tengo en DVD. Será una especie de Detox forzoso que no tengo idea hasta cuándo durará… al menos,  tengo ciertas apps libres. #nomoriréensoledad

Esta semana terminé “Cien años de soledad”, empecé y terminé “Harry Potter y el legado maldito” y comencé “Filosofía en el tocador”. De aburrimiento no moriré. Además tengo al blog otra vez.  Aunque este modo ermitaño es bastante similar a mi estilo de vida ideal, debo admitir que extraño a mis amistades y los viajes a casa. Pero bueno, tiempo al tiempo #quédateencasa.

Bueno, mañana será otro día, veremos si tengo otra respuesta. Todo por ahora. Cariños.

Al mal tiempo, Buffy.

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